Una tarde volviendo de la playa me decidí a entrar en una retacería en busca de unas telas que me habían comentado. Al entrar descubrí que el piso estaba lleno de cajas que habían sido traídas de una feria americana. Había todo tipo de objetos, y como a mí me gusta revolver, revolví.
Había juguetes para chicos, más cajas vacías, ropa vieja, harapos. Encontré esta tela debajo de una exprimidora de jugo, unos patines viejos y un aplique para la luz. Me enamoré de ese retazo que no es más que lo que ven en las fotos más unas cintas de raso.
Lamentablemente no volvieron a llevar cajas a esa retacería pero sigo entrando por si algún día vuelvo a tener suerte.
